25 feb 2010

Amistad - 41º Capitulo

Deseo cumplido

P.O.V. Joaquín

No estaba de acuerdo con la decisión de mi amo Antonio, pero su palabra era la ultima que se oía, y teníamos que hacer lo que el ordenara, en ese momento tenia una bronca contra Marisol, por culpa de ella iba a tener que cometer algo que para mi era un error, pero Taylor quería ser como nosotros, cosa que no entendía, acaso me amaba tanto como yo la amaba a ella? Me fui a mi habitación y Marisol me siguió, entre y me senté en mi sofá, puse algo de música para relajarme y cerré mis ojos, a los pocos minutos sentí que alguien entraba, por supuesto era ella – te molesta si paso – aun con los ojos cerrados le conteste – no es de tu incumbencia lo que me moleste, ya que no te importo en lo mínimo lo que yo podía pensar de todo esto – ella entro y se sentó en la punta del sofá – discúlpame, pero tenia que hacerlo, es mi deber informar a Antonio sobre todos nuestros movimientos – me levante y la mire enfurecido – pero te podrías haber guardado eso – ella noto que estaba realmente enojado – sabes muy bien que no puedes guardarte nada, por que el lo notara al instante, y eso me podría haber costado la “vida” – trate de relajarme, pero estaba muy furioso – necesito beber sangre, no puedo aguantarme mas – ella se paro y puso su mano sobre mi hombro – entonces es la oportunidad perfecta para que hagas, lo que te mandaron – la mire – pero podría llegar a matarla, si no me detengo, si no me controlo – me miro fijamente – yo estaré ahí para detenerte en caso de que llegues a ese punto – la abrace – te necesitare ahí Marisol, por favor, no permitas que le haga daño – ella me abrazo también, nos queremos, aunque a veces tengamos nuestras peleas como si fuéramos realmente hermanos, nos consideramos así, ya que los dos fuimos transformados al mismo tiempo, y siempre nos contamos todo, por ser lo mas jóvenes del clan. De esa manera salimos hacia la casa de Taylor, entre por la ventana, delicadamente, como siempre lo hago, ya que era de noche y ella estaba durmiendo, detrás mío entro Marisol, también sin hacer mucho ruido, me senté y comencé a mirarla, como siempre lo hacia, y preguntándome a que llevaría todo esto, cuando de pronto mi sed de sangre se incremento, era algo que no lo podía controlar ya, mis ojos parecía que desbordarían, que se saldrían, y estaban mas rojos que nunca, en ese momento ella comenzó a moverse y de golpe se despertó, teniéndome a una distancia en la que no podía ver nada mas que mis ojos de color rojo fuego – Joaquín, por que tienes esa mirada – no le conteste nada, pero Marisol lo hizo por mi – viene a cumplir tu deseo niña, serás uno de los nuestros – pero Taylor no parecía feliz, esta vez podía ver en su rostro como se reflejaba el miedo, es que realmente no me había visto en un espejo, no sabia como luciría con la furia y la sed de sangre que corría por dentro mío, me acerque a su cuello y olí su aroma, eso hizo que tenga muchas mas ganas, ella se retiro de mi – pero por que tiene que estar de es manera para hacerlo, no es el mismo que suele ser – Marisol soltó una risita – es que así nos ponemos cuando tenemos sed, cuando tenemos ganas de tomar sangre, y creo que tu eres la presa de Joaquín, ya que nunca lo había visto comportarse así con sus victimas – ella permanecía alejada de mi y me miraba, yo la miraba fijamente y con unas ganas locas de lanzarme sobre ella y morderla, y transformarla de una buena vez, pero quería tratar de relajarme, para no llegar al extremo de matarla, aunque sabia que Marisol me detendría si iba a llegar a ese punto, ese punto en que mi sed no se controlaría – Joaquín, puedes hacerlo – me dijo ella y retiro su cabello ondulado de su cuello y lo estiro para mi, ese olor que expulsaba me traía loco, pero no quería hacer nada hasta estar totalmente calmado, o por lo menos lo mas posible que pudiera. Pasaron unos minutos y note que estaba algo mas relajado, aunque no podía soportar ese olor, era una droga para mi, no quería saber nada mas, así fue como me lance así ella, y lo único que sentí fue un grito ahogado de ella, y podía ver como se retorcía, su mano apretaba la almohada y yo por fin podía beber su sangre, era totalmente deliciosa, realmente me sentía aliviado de poder hacerlo finalmente, pero no me podía detener, sabia que lo tenia que hacer, pero algo no me dejaba detenerme, podía sentir como de a poco ella iba apretando con menos fuerza su almohada, en es momento sentí como Marisol se tiraba sobre mi y trataba de separarme, no podía escuchar lo que me decía, ya que parecía que estaba drogado con la sangre de Taylor, en ese momento en que Marisol me grito y me pego una trompada en la espalda y estaba arriba mío, me di cuenta de que debía soltarla, al sacar mis colmillos filosos de su cuello, ella cayo en su cama, como si estuviera muerta, mis ojos aun rojos no podían ver lo que se me presentaba adelante mío, la mujer a la que amaba, tendida en la cama sin moverse, me arrodille, y con mis colmillos y mi boca llena de sangre grite y me agarre la cabeza, no podía estar pasando eso, la había matado, había sido mas fuerte la sed que tenia, que el amor que sentía por ella, Marisol se arrodillo también y me abrazo, no me había podido detener. Estuve no se cuantos minutos mirándola, y ella no se movía de la cama, seguía tirada en la misma posición, si agarrar su almohada como lo hacia al principio, no podemos llorar, pero tenia una amargura por dentro, una tristeza que no podía soportar, quería ir inmediatamente con Antonio y que el me quite la vida, ya había cumplido lo que me pidió y falle, y lo peor de todo es que había matado a la mujer que amaba, no podía seguir mas en este mundo, quería irme con ella, nada mas importaba para mi, agache mi cabeza y comencé a golpearme el pecho, Marisol solo me abrazaba, en ese momento sentí como lentamente la cama se movía, levante la mirada y pude ver como Taylor estaba moviéndose, me acerque a ella lentamente y la levante en mis brazos, Marisol se acerco a la ventana y la abrió, salí de la habitación con cuidado, para que ella no se golpeara, así fue como nos dirigimos hacia nuestra casa …

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